Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 33

Melody miraba incrédula a Briar, estaba temblando por completo, como si núnca hubiera pensado que él realmente sería capaz de hacer algo así

Quería usar a su hijo para amenazarla, para arrebatarle todo lo que tenía a su lado.

Con voz temblorosa, Melody le dijo a Bríar, -Briar, ¡tú no tienes corazón! ¿Acaso no has pensado que él también es mi hijo?-

¿Por qué cada vez que quieres puedes simplemente llevártelo y yo solo debo soportar que me despojes de él?

Al encontrarse con los ojos ligeramente rojizos de Melody, Briar sintió un escalofrío, y una sensación

ó el pecho.

extr

ody había regresado, esa sensación se había vuelto más y más frecuente. Content is © 2024 NôvelDrama.Org.

cerró los ojos, esto no era nada bueno. Para él, era como si alguien estuviera rompiendo sus

sas poco a poco.

¿Por Melody?

Briar soltó una risa fría, decidido a endurecer su corazón, -¿Hablas de justicia conmigo? Melody, ¿no te pafece ridículo? La descendencia de mi familia nunca ha sido algo que tú puedas decidir-

Melody soltó una risa miserable, -Es cierto, pero yo la crie durante cinco años, ¡y tú no has pagado ningún precio!-

Al escucharla, Briar se rio de golpe.

¡Así que era por eso!

Con una expresión tranquila, dibujó una sonrisa en sus labios, -Cinco millones, ¿qué tal? Podemos considerarlo como pago por haber criado a Eric. Si querías dinero, solo tenías que pedírmelo. Melody, ¿por qué finges ser tan virtuosa conmigo?-

Él le hablaba con ese tono de voz, con total desprecio. Como si la viera como una de esas mujeres que venden a sus hijos para mantenerse.

Melody no le dijo nada, simplemente lo miró fijamente con esos ojos.

Después de un largo rato, ella realmente sonrió, una sonrisa que podría hacer palidecer al cielo y la tierra, -Ya que estás tan ansioso por compensarme, asumiré que te sientes culpable. Esos cinco millones, que estén en mi cuenta mañana, el dinero que llega a la puerta no se rechaza-

Se levantó, su sonrisa se enfrió de repente, sus ojos brillaban desafiante, como el frío filo de un cuchillo. Si las miradas pudieran convertirse en armas, Briar ya habría sido despedazado por ella.

Ella abrió la boca, sus labios rojos eran una tentación extrema, -Pero cinco millones realmente es muy poco, pensé que un hombre como el Sr. Briar gastaría una fortuna por su hijo. Me preparé para recibir Ùnos cuantos cientos de millones, pero resulta que son solo cinco…-

Sacudió la cabeza en desaprobación, viendo cómo el rostro de Briar, como era de esperar, cambiaba de color, y también se levantó, -Melody… tú, eres esta clase de mujer…-

-Sr. Briar, por favor, ¡no te tomes la molestia de preocuparte por una mujer de esta clase!-

Melody entrecerró los ojos y soltó una risa fría, su corazón dolía, pero ese dolor ya no significaba nada

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para ella. Hace cinco años, habia soportado un dolor aún más profundo y severo.

Briar, ya que en tus ojos soy ese tipo de mujer, entonces cumpliré tu deseo. Desde hoy, entre nosotros solo hay viejos rencores, inada de viejos amores!

-Recuerda transferir el dinero pronto, así podré considerar si quiero o no entregarte a Eric. De lo contrario, creo que no podrás mantener a mi precioso hijo…- Ella sonrió coquetamente y, al ver la cara enfurecida de Briar al salir, su sonrisa se amplió aún más.

Briar, sigues siendo como hace cinco años, aunque todavía tienes ese aire de superior, aunque eres tan encantador como siempre, es una lástima que incluso tu corazón, igual que hace cinco años, sea tan duro que no haya diferencia alguna..

-Qué cruel eres… Briar-

Melody dejó caer esa frase antes de irse, dejando a Briar paralizado en su lugar, y simplemente se dio la vuelta y se alejó.

La figura de Melody que se alejaba era delgada y erguida, como si durante estos cinco años hubiera salido de la oscuridad por sí misma, siempre tan solitaria.

No había buscado el apoyo de ningún hombre, Briar lo sabía, Melody tenía su orgullo y no permitiría que su talento dependiera de un hombre para desarrollarse.

Sin embargo, después de salir de la cárcel, caminar por ese camino sola, ¿cuánto había sufrido?

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